La angustia es la aparición aislada del miedo o del malestar intenso. Está acompañada de algunos síntomas que empiezan de repente y pueden alcanzar un punto máximo a los pocos minutos. Algunos síntomas son, palpitaciones, sudoración excesiva, ahogo o falta de aliento, miedo de atragantarse, a volverse loco, a morir, molestias abdominales, mareos, nauseas, etc.
La ansiedad generalizada son preocupaciones que pueden provocar un estado de alerta en forma permanente y conectada con algunos hechos de la vida cotidiana.
Puede ser el caso de una mamá que cada vez que escucha el freno de un automóvil está segura de que su hijo se accidentó, aunque sepa que su hijo no está jugando en la calle ni siquiera cerca de lugar.
Quien lo padece no se relaja muy fácilmente, no tolera el ruido y cuenta con problemas para poder conciliar el sueño.
Tener TAG llevará a anticiparse a desastres que no siempre se concretan y a preocuparse mucho por la salud, por el trabajo, por su imagen personal, etc.
Las más comunes son a las arañas, a los reptiles, al agua, al fuego, a la sangre, a viajar en avión. La fobia especifica a un determinado objeto o situación puede desenvolverse luego de un hecho traumático como sufrir un ataque de un animal o un accidente en una piscina, pero no siempre necesita de un desencadenante.
Provoca un miedo irracional y en forma excesiva ante objetos o hechos concretos los cuales provocan ansiedad y se suele evitar huyendo del estimulo fóbico.